Juntáronse los ratones para librarse del gato,
y después de largo rato de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él guardarse mejor podían.
Salió un ratón barbicano, colilargo, hocicorromo,
y encrespando el grueso lomo dijo al Senado romano
después de hablar culto un rato:
−”¿Quién de todos ha de ser el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?”
Lope de Vega
jueves, 25 de marzo de 2010
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Me encanto encontrar esto.
ResponderEliminarMe lo recitaba mi abuela.
Gracias
Christiane, caracas